Cuatro niñas son mutiladas cada minuto en el mundo.
Fuente: Amnistía Internacional.
La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos.
Fuente: OMS, 2012.
La MGF viola derechos de mujeres y niñas, entre ellos su derecho a la vida, a la salud y a la integridad física. Ha llegado el momento de que el Gobierno Regional intervenga y adopte medidas concretas para eliminar esta práctica perjudicial, porque simplemente no va a desaparecer por sí misma.
Fuente: Human Rights Watch (NadyaKhalife, investigadora sobre los derechos de la mujer en Oriente Medio para Human Rights Watch)
El Estado Islámico ordena la mutilación genital de mujeres en Irak.
Fuente: ONU, 2014.
Más de 130 millones de niñas y mujeres han sufrido alguna forma de mutilación genital femenina en los 29 países de África y Oriente Medio en los que esas prácticas perjudiciales son más comunes. Además del profundo dolor físico y psicológico que sufren, las niñas a las que se somete a mutilación genital femenina corren peligro de hemorragias prolongadas, infecciones, infecundidad y muerte.
Como promedio, una adolescente actual tiene una tercera parte menos de probabilidades de sufrir mutilación o ablación genital que hace 30 años. En Kenya y Tanzania, las tasas de esas prácticas se han reducido a una tercera parte de los niveles de hace tres décadas. Eso se logró mediante una combinación de movilización comunitaria y aprobación y aplicación de normas judiciales. En la República Centroafricana, Irak, Liberia y Nigeria, la prevalencia se redujo a la mitad. También se está produciendo un cambio de actitudes, ya que los datos recientes indican que la mayor parte de la población de los países donde se practica la mutilación genital femenina cree que ésta debería desaparecer. A pesar de ello, y debido a la intensa presión social, la mayoría de esas personas continúa obligando a sus hijas a someterse a esas intervenciones.
Sin embargo, de no producirse acciones más intensas y sostenidas por parte de todos los componentes de la sociedad, cientos de millones de niñas seguirán sufriendo daños profundos, permanentes y absolutamente innecesarios.
Fuente: Cumbre de la NIña, 2014. UNICEF.